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lunes, 19 de noviembre de 2018

7. Empoderar a la ciudadanía mediática desde la educomunicación. Vicent Gozálvez y Paloma Contreras-Pulido





La educomunicación no se en tiende de modo completo sin su finalidad cívica, es decir, sin su trasfondo ético, social y democrático relacionado con el empoderamiento de la ciudadanía en cuestiones mediáticas. Y empoderar a la ciudadanía a este respecto significa reforzar la libertad, la autonomía crítica y la participación de los ciudadanos en cuestiones políticas, sociales, económicas, ecológicas e interculturales a partir del buen uso de los medios y la tecnología comunicativa.

Entre la educomunicación, la ética del diálogo y el enfoque de las capacidades, con el fin de reconstruir un fundamento ético y político válido para la educación mediática. 
Asimismo, hemos investigado las claves para el empoderamiento y el protagonismo de la ciudadanía en el ámbito mediático, ampliando la actual teoría de la ciudadanía con el concepto de «ciudadanía mediática». 

Por otra parte, la necesidad de empoderar a la ciudadanía en el terreno mediático tiene como fin reactivar a la sociedad civil en el seno de democracias deliberativas comprometidas con el desarrollo humano.


6. Cuando dos son tres - Rafael Alberto Pérez




La educomunicación se suele presentar como la educación en materia de comunicación.

 Esto es, como la convergencia o intersección de dos procesos (la educación y la comunicación) que hacen parte de un mismo fenómeno.


PARA EL AUTOR

Educomunicación es la intersección de tres campos y no de dos. Y reclamo el tercer elemento ausente de la anterior descripción: la estrategia.

 El objetivo de este artículo es precisamente el de subrayar este elemento.

Desde mi punto de vista, el quid de la cuestión no es educar para la comunicación sino encontrar las estrategias adecuadas para hacerlo, y para que los educandos que la reciben sepan sacar partido de las potencialidades que la educomunicación les abre para entender al mundo y a ellos mismos como parte activa y transformadora de ese mundo.

Todo ello implica reconocer que la escuela ha perdido la exclusividad como agente educativo y socializante. Reconocer que los medios además de informar y entretener también presentan modelos del mundo, estilos de vida, formas de ver y entender la sociedad, así como patrones de identificación que suponen un material básico para la configuración de las percepciones e imágenes del ciudadano del siglo XXI.

5. Educomunicación. Los dilemas y retos en un mundo de comunicación global - Enrique Martínez-Salanova







Los comienzos del siglo XXI vienen marcados por una trasformación social intensa, con gran incidencia en los sistemas educativos. 

Por una parte se ha aumentado la longevidad que causa la evolución demográfica, lo que requiere una disponibilidad permanente de las personas hacia su formación, y exige una educación durante toda la vida. 

Por otra parte, las innovaciones tecnológicas dan lugar a nuevas series de conocimientos, a la exigencia de estar al día, al mismo tiempo que cambian los hábitos de consumo y los estilos de vida, las relaciones con el medioambiente y las actividades industriales, que haciendo desaparecer los trabajos rutinarios y repetitivos, convierten el trabajo en algo mucho más cargado de tareas inteligentes que requieren iniciativa y adaptación.


4. En torno a la palabra en la práctica de la educomunicación




El hecho educativo es, esencialmente, un hecho comunicativo. 

Hoy es impensable hablar de comunicación y de educación como de procesos diferentes. 

Los procesos de comunicación son componentes pedagógicos del aprendizaje. 

Oí por primera vez el concepto en el entorno, tal vez a él mismo, de Paulo Freire, en Chile por los años 70. Después lo volví a percibir en Argentina, en un encuentro con educadores al que asistía Mario Kaplún. 

La UNESCO lo aceptó en 1979, y de ahí su recorrido fue rápido en América, en relación con la educación popular, y más lento en Europa, pero imparable. 

Hoy Aularia entrevista a Daniel Prieto Castillo, educador desde 1962, pionero en la praxis y en la reflexión educomunicativa. (Enrique Martínez-Salanova, entrevistador).

3. Reflexion Teórica y Contextual Sobre la Educomunicacion - René Unda Lara



La reflexión teórica y contextual sobre la Educomunicación implica, necesariamente, el establecimiento de ciertas definiciones básicas sobre esta área del conocimiento en el marco de un conjunto de consideraciones previas respecto de los procesos de producción social, como prerrequisito del ejercicio propuesto. 

La lectura, en síntesis, del escenario general en el que se produce la Educomunicación como un campo cultural específico, resulta fundamental para el objetivo de este trabajo. 

La identificación e interpretación de los principales procesos socioculturales de la actualidad, que desde la perspectiva del observador se realiza, tienen la intención de contribuir a la comprensión de los fundamentos y alcances de la Educomunicación.

 Como cualquier otro campo transdisciplinar del conocimiento en la modernidad contemporánea, el origen de la Educomunicación se sitúa como parte de los procesos de complejidad creciente de la sociedad y de la ciencia, pero sobre todo, como se tratará de demostrar más adelante, en el campo de las interrelaciones entre la sociedad y la ciencia.

2. EDUCOMUNICACIÓN EN EL SIGLO XXI por Agustín García Matilla



La educomunicación en el nuevo siglo debería erigirse en un territorio imprescindible para la adquisición y confrontación de conocimientos. Es ya sabido que todo conocimiento se adquiere desde un pensamiento crítico. Un error habitual es llegar a creer que la información y la comunicación generan por sí mismas conocimiento. La clave estribaría en permitir acceder a un conocimiento pertinente que permitiera alcanzar un conocimiento de los problemas claves del mundo, explicar y hacer visibles conceptos como el contexto, lo global, lo multidimensional o lo complejo, fomentando una inteligencia general que despierte la curiosidad intelectual y la necesidad de hacer preguntas.

Profesionales de la educación

Los profesores de todos los niveles educativos no universitarios a menudo han sido responsabilizados socialmente de muchos de los males que han afectado a la sociedad misma. Si los padres dimitían de sus responsabilidades básicas como educadores de sus hijos, los profesores debían cubrir esta laguna; si los contenidos transmitidos por los medios chocaban con normas, valores y conceptos transmitidos en la escuela, también eran los profesores los responsables de compensar este desequilibrio. Si surgían nuevas áreas transversales representativas de una visión más integradora de los saberes y más vinculadas con la realidad, era asimismo el profesorado quien debía ponerse al día, llevando a la práctica los procedimientos necesarios para que los alumnos construyeran su propio aprendizaje

¿A que debería darle prioridad una educomunicación para el siglo XXI?

Diariamente podemos encontrar en los informativos de todas las cadenas de televisión ejemplos de hasta qué punto las imágenes que intentan aproximarnos a la realidad están repletas de adherencias que nos impiden tener una visión más distanciada, crítica y ponderada del mundo. Paralelamente, como hecho objetivamente positivo, recibimos un cúmulo de informaciones que habría sido impensable imaginar antes del invento de la televisión y que nos deberían estimular a comprender en mayor medida un universo tan rico y variado como el que nos rodea.

1. Caminos de la educomunicación: utopías, confrontaciones, reconocimientos por Ismar de Oliveira Soares.



La utopía de la recepción calificada

Los estudios de la recepción bajo la influencia de la teoría de las mediaciones, han permitido ampliar el sueño de los agentes culturales interesados en discutir la presencia de los medios de comunicación en la sociedad contemporánea, intentando motivar el sistema formal de enseñanza a asumir su papel como mediador de la convivencia entre las nuevas generaciones de consumidores y las viejas generaciones de productores.

La utopía de la educación popular

Seguimos hablando de educomunicación como la búsqueda sistemática de la autonomía de la palabra. Profundizando pues en el tema, vamos a la raíz de la perspectiva dialéctica de la educación para la comunicación: la propia “educación popular”.

El diálogo intra-muros

La comunicación y la educación son concebidas como actividades grupales, donde antes que nada hay un grupo que dialoga consigo mismo y en la que se atribuye al educador (comunicador) el rol, no de transmitir un conocimiento acabado e irrefutable, sino el de facilitar y ayudar al grupo a compartir el conocimiento que tiene en su interior y a tomar del mundo nuevos conocimientos.

La utopía de la articulación colectiva para el cambio social

En dirección al diálogo con el otro –personal o institucional–, en la misma búsqueda por la autonomía y libertad de la palabra, el concepto de educomunicación se usa para designar la búsqueda de articulaciones colectivas y dialógicas en función del uso de los procesos y herramientas de la comunicación, para garantizar el progreso y el desarrollo humano.

La utopía de la educomunicación como derecho de todos alcanzado mediante las políticas públicas

Retomar las distintas utopías que han posibilitado y han favorecido la construcción de los sentidos atribuidos históricamente al concepto en estudio, nos facilita reafirmar nuestra concepción de la educomunicación como el conjunto de las acciones de carácter multidisciplinar inherentes a la planificación, ejecución y evaluación de procesos destinados a la creación y el desarrollo en determinado contexto educativo–de ecosistemas comunicativos abiertos y dialógicos, favorecedores del aprendizaje colaborativo a partir del ejercicio de la libertad de expresión, mediante el acceso y la inserción crítica y autónoma de los sujetos y sus comunidades en la sociedad de la comunicación.

Perspectivas

La utopía de la educomunicación como “gestión democrática de la comunicación” en espacios educativos, que se desarrolla a partir de la micropolítica de las acciones en pequeños grupos, en donde la relación yo-tú, propuesta por Buber (2007), posibilita la autenticidad del diálogo profundo y emancipador, condición para el éxito de las acciones macro-culturales, a partir del momento en el que se las reconoce como deseables en el ámbito de las políticas públicas.